sábado, 2 de junio de 2012

Gota de lluvia 1

15 Octubre, por la tarde


Hoy día en la mañana entré a una tienda de ropa y accesorios para buscar algo con qué vestirme. La única vendedora que había trató de echarme al ver mis fachas pero no pudo. Me dí cuenta de que puedo hacer que las personas hagan lo que quiero y que después lo olviden, es algo que hago con los ojos creo, pero cuando encuentre a Bill le voy a pedir que me explique cómo funciona.
En fin, me puse ropa nueva y en un bolso grande y que es muy bonito puse más ropa y cosas que necesito, ¡todo sin pagar! Ahora estoy sentada en una plaza muy bonita escribiéndote, Diario. Toda la gente está muy abrigada porque estamos en pleno invierno y todos me miran raro porque yo tengo puestos sólo una blusa y una chaqueta liviana. Al principio la idea de ser un vampiro me dio terror y quise matar a ese tal Bill del que aún no recuerdo mucho por haberme convertido en esto, pero ahora me doy cuenta de que no es algo tan terrible. Lo único malo es que cuando camino en medio de mucha gente me pongo nerviosa, ya que puedo sentir sus latidos y el olor de su sangre ¡Ah! He investigado un poco a través de ti y he recordado un par de cosas que intento saber por qué las olvidé. Mi nombre es Isabel Kathryn Blanchard Stewart  y ahora estoy en Londres. Tenía dos amigas, pero no recuerdo bien sus nombres, aunque por lo que he escrito anteriormente una de ellas debe ser Caroline, y eso sería, estabas casi nuevo así que no he escrito mucho. Espero investigar más.
Bueno, creo que ahora iré por un ''bocado''.
Adiós.


Isabel abandonó su asiento y comenzó a caminar por una avenida casi vacía, pero de repente alguien la tomó por un hombro y la empujó para atrás hacia otra calle.


-Isabel, ¿qué diablos haces aquí? Todo el mundo te está buscando.


Era un chico con cabello de oro y ojos azules que la miraba desconcertado. Tomó una de las mechas de su cabello color chocolate con suaves ondas y parecía no poder creerlo.


-¿Quién eres tú? ¡Y suéltame!-dijo Isabel y se sacudió con fuerza las manos del chico-.
-¿Que no me reconoces? Soy yo, Matt.
-En serio no sé quién eres y tampoco sé cómo me conoces, así que por favor ten la amabilidad de explicarme o sólo deja que me vaya, ok?


Matt la soltó y suspiró, la miró por un largo rato hasta que decidió hablar.


-Has estado desaparecida desde el sábado 13, se supone que deberías estar en  Cambridge y no tengo idea de cómo llegaste a Londres, pero el viernes en la noche Caroline me llamó diciendo que supuestamente te ibas a fugar con Bill y...
-voltea bruscamente-Bill? ¿Qué sabes de él? ¡Dímelo ya!
-¿Acaso no está él contigo?
-Estoy intentando encontrarlo, pero ni siquiera recuerdo una mierda!


Isabel se apoyó contra una de las paredes, se sentó y agarró la cabeza con ambas manos, desesperada.


-Estoy sola, no recuerdo nada y no sé qué hacer...
-Hey-Matt se acercó a ella y apoyó su mano izquierda en su hombro- tranquila, si quieres puedes venir conmigo a mi departamento y puedes quedarte ahí hasta que te recuperes y encontremos a Bill, ok?
-Está bien.


Ambos se pararon y caminaron hasta tomar un bus rumbo al departamento de aquel chico supuestamente desconocido.
El camino fue incómodamente silencioso hasta que llegaron a un edificio que se veía bastante antiguo, y luego de subir cuatro pisos por la escalera llegaron a un amplio lugar con grandes ventanales.


-¿Te gustaría un café?-preguntó Matt.
-Por favor.


Isabel se dirigió a una de las ventanas para poder apreciar el paisaje mientras Matt sacaba tazas de un estante, y de pronto se escuchó el ruido de algo rompiéndose.


-Dios, pero qué torpe soy.


Mientras Matt intentaba recoger uno de los trozos de loza rota del piso se hizo un pequeño corte en el dedo y una gota de sangre brotó de ella.
Isabel volteó de inmediato al sentir aquel aroma tan irresistible para ella últimamente, sus colmillos crecieron, sus ojos se enrojecieron, y de un segundo a otro tenía a Matt acorralado en una pared con su cuello en las manos.


-Is, Isabel, suéltame, qué te sucede...


Matt intentaba desesperado desatar las manos de Isabel pero ella era más fuerte. Isabel sólo miraba atentamente su cuello y abría cada vez más su boca dejando que las sensaciones se apropiaran de ella.


-Oh por Dios, Is, no, no, ¡NO!


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TIN TIN! asdfghjka qué pasará D: hola a quienes lean :3 yo quería subir antes pero el maldito colegio no me deja :c yo sé que este capítulo está demasiado cortito, pero el otro será más largo... y para las que no se han dado cuenta, en esta fic aparecerá Bill Kaulitz, obvio♥ jiji ok nos leemos! bye bye ♥

martes, 15 de mayo de 2012

Prefacio

14 Octubre, 2012

Hoy me he despertado en un callejón, confundida, no sé qué lugar es este. Sólo tenía puesta mi ropa interior y una chaqueta encima, y hace mucho frío, eso lo sé, pero no lo siento. Estoy helada, pero no me duele. Al despertar encontré un lápiz con un nombre grabado y este cuaderno pequeño pero con muchas hojas a mi lado y supongo que es mi diario ¿Qué me ha sucedido? Al leer un par de páginas vi un nombre repetido varias veces: Bill. Según lo que decía en el diario él era... un vampiro. Oh por Dios, en qué lío estaba metida.

Aquella misteriosa chica en el callejón dejó de escribir y volteó el lápiz para ver el nombre grabado en él. Isabel Blanchard... ¿Acaso esa era ella? Cerró el cuadernillo confundida, e inspiró profundamente, y entonces sintió un aroma tan llamativo y nuevo a la vez. Rápidamente volteó su cabeza a la derecha y vio el cuerpo sin vida de un hombre, con el cuello sangrando. Sintió que algo la impulsó a ponerse en pie. Cuando llegó al lado del hombre se arrodilló y se acercó a su cuello.

-Qué estoy haciendo...-pensó.

Untó su dedo índice con un poco de sangre y lo llevó a su boca. De pronto sintió un dolor placentero instalarse en su mandíbula superior, y con su lengua apreció la longitud aumentada de sus ahora filosos colmillos. Abrió sus ojos al máximo y se llevó ambas manos a la boca.

-Soy un vampiro...-se dijo asustada- soy un vampiro, oh Dios mío, quién me ha hecho esto...

Pero ella ya no tenía control sobre sus acciones. Sus ojos se posaron en el cuello de aquel hombre y sus colmillos volvieron a crecer. Se dejó llevar y simplemente lo mordió, succionando toda su sangre. Al terminar se sentía más fuerte, más grande y poderosa... se levantó y lamió sus labios y encías para verificar que no quedaran huellas de la sangre que acababa de ingerir. Tomó el cuaderno y el lápiz para seguir caminando tambaleante mientras salía del callejón. Ahora nada la podía detener e iba a encontrar al que la había convertido.

-Te encontraré Bill, donde sea que te escondas maldito, te voy a encontrar...




Wooooooooooooooooooo, hola a quien sea que esté leyendo esto :) bueno, si les gusto lo que escribí espero que dejen comentarios o sugerencias para saber si quieren seguir leyendo y si está bien o no, ok :D?
besoooooooooooooos, nos leemos♥

Atte: Maari :3